Hace días atrás, se dio a conocer sobre el asesinato de un caimán negro en el departamento de Beni, esta ha ocasionado controversia en la población ya que este hecho habría sido a causa de rumores en la que presuntamente la grasa del animal es una cura para la Covid-19.
Ante esta situación, Donny Chávez, Alcalde de Magdalena, ha declarado lo siguiente: “El animal es una especie protegida por las leyes bolivianas y las dos personas fueron llevadas ante la fiscalía”.
Lamentablemente en Bolivia, no es la primera vez que ocurren esta clase de crímenes hacia los animales. En el año 2014, 2016, 2018, se registraron hechos similares. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿existe justicia para penar estos delitos?
Rodrigo herrera, asesor legal del Ministerio de Medio Ambiente, se ha pronunciado al respecto. “Hay 13 casos con sentencia por hechos relacionados con el Biocidio. Es decir, se los ha sancionado con una pena de privación de libertad por haber matado animales, pero no precisamente por el tipo penal de Biocidio, sino por destrucción del patrimonio del pueblo boliviano. No se sanciona como delito contra el medioambiente o contra la Madre Tierra porque no tenemos delitos ambientales. Lo que se hace es sancionarlos como delitos contra la economía o contra el patrimonio”.
Fuente: Página Siete