Personal médico de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de Covid-19, informaron que este lunes 5 de julio dejaran de asistir a sus puestos de trabajo en el Hospital Óscar Urenda, debido a que sus contratos finalizan el 4 de julio y sin ser cancelados, tampoco se informó sobre una renovación. Denuncian que en ese hospital los dejaron abandonados.
«Queremos que la población sepa que estamos pasando por una situación similar a la del hospital Japonés. Nuestro contrato vence el 4 de julio, hasta ahora no nos pagaron un solo sueldo y tampoco tenemos la copia de los contratos firmados, ni sabemos si renovarán o no. Ya no sabemos a quién recurrir, las autoridades del hospital no nos dan respuesta, pero responsabilizan al Aisem, dependiente del Ministerio de Salud«, indicó una de las afectadas.
Según los denunciantes, el 26 de mayo enviaron una carta a Roberto Soliz Villarroel, Director del Hospital; a Gabriela Arauco, Jefa de Recursos Humanos; y a Juan Carlos Lazcano, Administrador del tercer nivel, solicitando la entrega de los contratos y los salarios adeudados, o caso contrario no harían turnos.
Señalaron que la respuesta a la carta fue una represalia, pues el director y RRHH, decidieron que haya un solo intensivista con ítem y que ese médico asista todos los días a suplir cualquier necesidad.
Además, indicaron que no tienen ni una copia del contrato y ninguna garantía, y por esa razón temen que se repita la historia del año pasado, cuando todo el personal que trabajó de octubre a diciembre se quedó sin paga por problemas administrativos.
Erwin Viruez, Director del Sedes, explicó a EL Deber, que existe un incumplimiento nacional por parte del Ministerio de Salud y del Gobierno central, y un maltrato hacia los profesionales y trabajadores en salud, a los que no se está cancelando lo que por competencia les corresponde.
Actualmente hay 12 pacientes intubados en la UTI del Hospital Óscar Urenda, es decir, la sala está al 100% de su capacidad, tal como ocurre desde enero.