El mismo guión lo siguieron los partidos socialistas y comunistas de ayer y los frentes, movimientos y ejércitos de liberación de todo tipo en América Latina.
Primero demandaron el derecho de la mujer al voto, luego demandaron sucesivamente el derecho a la organización campesina, sindical, estudiantil y magisterial.
Empezaron celebrando el Día del Trabajo y el Día de la Mujer y continuaron aplaudiendo la entrada de Fidel a La Habana, la de los sandinistas a Managua y las respectivas victorias electorales de Chávez, Evo y consortes.
Fidel negó a Israel, Evo voló a Irán para abrazarse con Ahmadinejad, Chávez maldijo a Israel y Correa canceló su visita a Israel y abrió una embajada en Ramala, la capital provisional de la Autoridad Palestina. Al final, millones de borregos berrearon en coro contra Israel sin siquiera poder ubicarlo en el mapa.
Los provocadores maduristas y los delincuentes comunes colados con los refugiados venezolanos, los disturbios de 2019 en Chile y Ecuador y los de Mayo y Junio de este año en Colombia, los mangoneos de Evo para quedarse en el poder, la represión desde el pasado 11 de Julio de la disidencia cubana, la solidaridad de Black Lives Matter con el régimen comunista en la isla, la victoria electoral de Castillo en el Perú de un lado y los recientes ataques con cohetes de Hamás a Israel desde Gaza y de Hezbolá desde Líbano por otro no son hechos aislados.
Son acciones en una operación conjunta del narco-comunismo y del islamismo para apoderarse del mundo país por país.