Síntomas de COVID-19 a veces pueden persistir durante meses, el virus puede dañar los pulmones, el corazón y el cerebro, lo que aumenta el riesgo de problemas de salud a largo plazo. Estos problemas de salud se denominan afecciones pos-COVID-19 y se consideran que son efectos de la COVID-19 que persisten durante más de cuatro semanas luego del diagnóstico de COVID-19.
Estos signos y síntomas comunes que persisten con el tiempo incluyen:
Fatiga
Falta de aire o dificultad para respirar
Tos
Dolor articular
Dolor en el pecho
Problemas de memoria, de concentración o para dormir
Dolor muscular o de cabeza
Latidos rápidos o palpitaciones
Pérdida del olfato o del gusto
Depresión o ansiedad
Fiebre
Mareos al ponerte de pie
Empeoramiento de los síntomas después de hacer ejercicio físico o mental
También puede dañar muchos otros órganos, como el corazón, los riñones y el cerebro. En algunas personas, pueden incluir problemas respiratorios a largo plazo, complicaciones cardíacas, deterioro renal crónico, accidente cerebrovascular y síndrome de Guillain-Barré, una afección que causa parálisis temporal. La COVID-19 puede hacer más posible que las células sanguíneas se acumulen y formen coágulos.
Es importante recordar que la mayoría de la gente que tiene COVID-19 se recupera rápidamente. Pero los problemas potencialmente duraderos de la COVID-19 hacen que sea aún más importante reducir la propagación de la COVID-19 siguiendo las precauciones.