Un equipo internacional de astrónomos MeerKAT, en Sudáfrica, ha podido observar la colisión entre los dos cúmulos de galaxias, responsable de las ondas de choque que está formando el súper cúmulo llamado Abell 3667.
Mediante un equipo formado por 64 antenas individuales de 13,5 metros de diámetro cada una y uno de los mayores del mundo.
“Estas estructuras -explica de Gasperin- están llenas de sorpresas y son mucho más complejas de lo que pensábamos al principio. Las ondas de choque actúan como aceleradores de partículas gigantes que aceleran los electrones a velocidades cercanas a la de la luz. Cuando estos electrones rápidos cruzan un campo magnético, emiten las ondas de radio que vemos.
Los choques están entrelazados por un patrón intrincado de filamentos brillantes que rastrean la ubicación de las líneas de campo magnético gigantes y las regiones donde se aceleran los electrones”.
Fue lo que publicaron en su artículo ‘Astronomy & Astrophysics’ bajo la dirección de Francesco de Gasperin de la Universidad de Hamburgo.