En una conferencia de prensa encabezada por el jefe del MAS, Evo Morales, los cocaleros de Chapare dieron 24 horas al ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, para que presente pruebas de una declaración donde afirmó que dirigentes y diputados del oficialismo ganan mucho dinero con la coca.

Evo Morales expresó “mucha preocupación por las afirmaciones del ministro de Gobierno” antes de dar paso a un pronunciamiento emitido por las Seis Federaciones de Cocaleros del Trópico de Cochabamba.

En el documento, las federaciones de cocaleros de Cochabamba se declararon en estado de emergencia y amenazaron con movilizaciones en contra de la autoridad. El texto no ahorró nada al momento de considerar a Del Castillo como sometido a la DEA y de actuar “con un plan para dividir al MAS”.

Este hecho puso nervioso al ministro de Gobierno, porque, salió a hablar con los medios. “Aclaramos nuevamente y de manera pública que no existe ningún conflicto en contra del trópico de Cochabamba y la zona de Yungas, siempre respetaremos los derechos humanos de las y los productores de coca”, mencionó.

Luego sentenció que no hay ningún tipo de división dentro del MAS, “tanto nuestro presidente Luis Arce, el compañero Evo Morales, como el vicepresidente David Choquehuanca nos inculcan el principio de unidad, unidad y más unidad y es así como seguiremos gobernando”, aseguró.