Carlos Ressini y Modesto Moscoso, atacaron el 20 de marzo de 1875, el Palacio de Gobierno de La Paz, que al no cumplir con su objetivo decidieron lanzar antorchas encendidas al interior del inmueble.
Hecho por el cual hoy se lo conoce como“Palacio Quemado”. Sin embargo Casimiro Corrales, autor intelectual, no pagó ningún castigo, al contrario hoy una calle lleva su nombre.
Por su parte Lupe Cajías, periodista e historiadora, recuerda: “En los años siguientes, el Palacio Quemado fue testigo de muchos otros incidentes que lo llenaron de fantasmas y quejidos. Actualmente alberga un conjunto de oficinas; en su desconocimiento, sus ocupantes sacaron incluso la frase de Simón Bolívar: ‘Bolivia es un amor desbordado por la Libertad’”.
Carlos Mesa, periodista y ex Presidente de Bolivia, escribió respecto al hecho: “Con la intención de ‘dejar atrás a la República’, el 9 de agosto de 2018 se inauguró la llamada ‘Casa Grande del Pueblo’, que pasó a sustituir al Palacio como el centro del poder”.
