Una explosión solar producida por una “mancha solar muerta” liberó una enorme cantidad de energía que derivó en una eyección de masa coronal (CME). Este evento llegó a nuestro planeta hoy 14 de abril y provocó auroras boreales más intensas y fallas menores en redes satelitales y algunos sistemas eléctricos.
Según el artículo publicado por Live Science este evento es un adelanto en el aumento de manchas solares previstos hasta 2025. Estas “manchas solares muertas” pueden recuperarse súbitamente su actividad generando magnetismo en la región del Sol, incluso semanas después de haber reducido su dinamismo. El fenómeno se produciría por la presencia de zonas inestables a nivel magnético debajo de la superficie solar.
Diversos estudios previos han indicado que el Sol se acerca a uno de los períodos más violentos de su historia, e incluso se prevén tormentas solares extremas entre 2026 y 2030. En consecuencia, resulta cada vez más trascendente que la ciencia logre comprender en profundidad el clima espacial y pueda predecir el impacto de estos procesos sobre nuestro planeta.