Bolivia, cayó 16 puestos en la clasificación mundial de Reporteros Sin Fronteras (RSF), sobre libertad de prensa.
A nivel internacional, el país boliviano se posiciona en el escalón 126 de un total de 180, con una puntuación de 47.58, encontrándose el año pasado en el lugar 110.
“En Bolivia, los ataques, las amenazas, la censura y el hostigamiento por parte del Estado y las fuerzas progubernamentales, atentan regularmente contra la libertad de prensa”, consta en el documento, que la entidad hizo pública este martes, 3 de mayo.
Según la RSF, el Estado “controla” numerosos medios de comunicación, aumentando la vigilancia en los medios críticos, especialmente en redes sociales, criticando la concentración de la propiedad de los medios privados es muy elevada, ocasionando el perjuicio del pluralismo en el país.
“Los periodistas, considerados como molestos, son objeto del ensañamiento judicial. Por otra parte, en virtud del Decreto Supremo 181 de 2009, los periodistas que ´mientan´, ´hagan política partidista´ u ´ofendan al gobierno´ pueden verse privados de los ingresos provenientes de la publicidad estatal. Junto a las detenciones arbitrarias y un alto nivel de impunidad, este clima favorece significativamente la autocensura en la totalidad del país”, señaló la institución.
Además, indicó que “varios asesinatos de periodistas” permanecen impunes, en especial referencia al caso de Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme, que fueron encontrados sin vida en 2012.
Determinada institución, recordó que la Iglesia Católica dispone de una “red de influencia” diversa que abarca todo el territorio nacional.
“Desde 2020, los ataques físicos contra los medios se han intensificado, especialmente en las zonas rurales del país. Los periodistas pueden ser agredidos violentamente por los manifestantes y las fuerzas del orden. Muchas emisoras de radio y televisión se han visto obligadas a suspender su actividad y sus redacciones han sido saqueadas”, adjuntó el comunicado de la RFS.