En enero, David Bennett, un trabajador de mantenimiento que sufría de insuficiencia cardíaca, se sometió a una cirugía altamente experimental en el centro médico de la Universidad de Maryland en la que los médicos le trasplantaron un corazón de cerdo genéticamente modificado.
Tras el primer reporte positivo de adaptación, en marzo, Bennett murió, aunque no se conoció las razones exactas del deceso.
En las recientes semanas, Bartley Griffith, cirujano de trasplantes de Bennett, reveló que el corazón del cerdo estaba infectado con un virus porcino conocido como citomegalovirus porcino, que pudo haber contribuido a la muerte del paciente.
“Estamos comenzando a saber por qué falleció”, mencionó Griffith, y agregó: “el virus tal vez fue el actor, o podría ser el actor, lo que provocó todo esto”.
Según los expertos, el trasplante fue una “prueba importante de xenotrasplante”, un proceso que implica la transferencia de tejidos entre múltiples especies.
“Si esto fue una infección, probablemente podamos prevenir que suceda en el futuro”, declaró Griffith, durante la emisión de un seminario web.
A pesar de las preocupaciones de que el xenotrasplante podría desencadenar una pandemia si un virus se adaptara dentro de un cuerpo humano y se propagara a otros, los expertos creen que el tipo específico de virus en el corazón del donante de Bennett no es capaz de infectar células humanas.
Joachim Denner, Investigador del Instituto de Virología de la Universidad Libre de Berlín, resaltó: “Este paciente estaba muy, muy, muy enfermo. No olvides que quizás el virus contribuyó pero no fue la única razón”.
Griffith, informó que debido a que el análisis de sangre especial tardaba aproximadamente 10 días en realizarse, los médicos no podían saber que el virus ya estaba comenzando a multiplicarse rápidamente.
Por lo que, como resultado se desencadenó un explosión de citosinas, causando problemas irreversibles.