Cientos de pingüinos korora, nativos de Nueva Zelanda y considerados como los más pequeños del mundo, han aparecido desde el mes pasado muertos por inanición en las playas de la Isla Norte de este país. Este lamentable fenómeno se ha vinculado al calentamiento de las aguas agravado por la crisis climática.
Se calcula que, desde principios de mayo, unos 500 pingüinos perecieron y si bien se desconoce el número exacto de decesos, “ciertamente las cifras reportadas en esas Playas del Norte son más altas de lo que normalmente se espera”, explicó Graeme Taylor, Experto en aves marinas del Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda.
Los cadáveres de los pingüinos “tenían casi la mitad de su peso normal, no tenían grasa en sus músculos y su masa muscular se había reducido. Estaban en mala condición”, explicó Taylor al aclarar que las muertes solamente se han producido en las subespecies del norte y no en las del sur.
Los casos de muertes masivas, por encima de 1.000 de kororas, que han registrado las autoridades neozelandesas en su territorio se dieron en 1974 cuando murieron 4.734 pingüinos, en 1985 (5.386) y 1998 (3.517), mientras que los datos sobre los decesos de este año están en proceso de recolección.