Si a un habitante de la ciudad de La Paz le preguntas: “¿quiénes son las cebritas?” es muy probable que te responda que son quienes ayudan con el ordenamiento vial, que tal como indica su nombre, portan trajes de cebras, que siempre andan felices, entre otras cosas.
En este reportaje el lector podrá, no solo conocer a profundidad lo que es pertenecer a la comunidad cebra, sus objetivos y desafíos, sino también cómo se fue desarrollando el proyecto, y lo que es aún más importante, quiénes son los adolescentes y jóvenes que están debajo de los trajes.
A simple vista uno puede reconocer a las cebras como facilitadoras viales. Las vemos en los semáforos de avenidas de distintos macro distritos de la ciudad, más en cantidad en el centro de La Paz. Sin embargo, La Octava se contactó con algunas ex autoridades bastante importantes del proyecto que fueron explicando que las cebras no son solo facilitadoras de tránsito. Entonces, ¿qué son?, ¿quiénes son?
Las cebras nacen en 2001, en la ciudad de La Paz, en la gestión del ex alcalde Juan del Granado, inicialmente como educadoras viales. Las mismas recibían instrucciones de los agentes de parada. Se enfrentaban al caos en plenos cambios de infraestructura en la ciudad. Durante los primeros años de su existencia acompañaban las construcciones del puente de la Pérez Velasco, la paralización de la avenida Camacho para la construcción de su mercado, etc. Recibían todo el malestar de la población. Kathia Salazar, más conocida como “mamá cebra” refirió: “Combatían el reordenamiento de la ciudad con amor”.
En 2020 se adecuó una infraestructura como la casa Cebra, la misma está ubicada en la avenida del Poeta. Uno de los proyectos que se tenían para esta gestión era continuar con el proyecto en esta edificación invitando a escuelas, colegios y demás instituciones a compartir un poco sobre lo que es cultura ciudadana.
Si uno observa el organigrama del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, verá que este está dividido inicialmente por secretarías, estas en direcciones y estas, a su vez, en unidades. También las acompañan las sub alcaldías. La Dirección de Cultura Ciudadana albergaba a dos unidades que eran la Unidad de Formación Ciudadana y la Unidad de Cebras – Educadores Urbanos. Ambas unidades desaparecen junto a su dirección. Sin embargo, la actual alcaldía conforma la Jefatura de Convivencia Ciudadana dependiente de la Secretaría de Culturas.
Iván Salgueiro Hidalgo, ex director de las unidades parte de la Dirección de Cultura Ciudadana, describe las funciones de ambas unidades: la Unidad de Formación Ciudadana realizaba proyectos de cultura ciudadana, enfocados a trabajar con colegios, unidades educativas con niños y adultos en lo que refiere a formación ciudadana; La Unidad de Cebras – Educadores Urbanos ayudaba a que los proyectos de Formación Ciudadana se viabilicen.
Con el paso del tiempo los objetivos del proyecto de las cebras ya no se limitaban únicamente a facilitar el tránsito, sino ya tenían muchos otros objetivos. Al respecto Marco Antonio Pachuri, cebra hasta el 2020, puntualizó: La cebra educa en las cuatro temáticas de cultura ciudadana: La Paz limpia y sana, La Paz en Orden, La Paz Segura y La Paz sin ruidos”.
Jenny Veliz, ex directora de cultura ciudadana apuntó: “El hecho de que se hable de la presencia o ausencia de los educadores urbanos – cebras en la calle incide mucho más allá de su imagen. Cuando hablamos de la ausencia de las cebras hablamos de la ausencia de una política de cultura ciudadana”. Salgueiro, por su parte comunicó: “Se educaba en cultura de paz, en temas ambientales, en temas de educación cultural. Existía muchísimo trabajo con la ciudadanía”.
El cariño, paciencia, solidaridad, entre otros valores que la cebra compartía a la ciudadanía no era más que un reflejo del amor que ellos recibían de su comunidad. Veliz comunicó: “Detrás de las cebras hay una política de cultura ciudadana para nuestro municipio que se ha trabajado desde el 2004 hasta el 2019”.
Salazar contó que antes de salir a las calles cada una de las y los adolescentes y jóvenes que eran parte de las cebras recibían por lo menos tres meses de capacitación. Las temáticas que se abordaban eran tres:
Formación técnica para que se pudieran desarrollar en la calle: teatro, comunicación en relaciones humanas, etc., herramientas necesarias para intervenir en la calle; Fomento a la formación: Se generaban alianzas con institutos y universidades públicas y privadas para que los jóvenes puedan continuar con sus estudios. Al respecto, Veliz informó que una joven en 2021 tuvo la oportunidad de obtener una beca a Alemania; y empoderamiento personal: Las edades de las y los miembros de la comunidad Cebra se concentraban entre a 16 a 21 años. Se creía importante abordar temas como relaciones tóxicas, educación sexual, plan de vida, etc. Es decir, las cebras tenían un acompañamiento integral en sus vidas al ser educadores urbanos.
Sobre el proceso de capacitación, Salazar agregó: “Sentía que los chicos tenían que recibir no solo la información, sino bienestar. Detrás de cada cebra hay un joven, hay una muchacha, hay un deseo de salir adelante, hay un anhelo de vivir diferente, de una oportunidad, de un talento escondido”. “Cuando preguntan ¿por qué las cebritas siempre andan felices? Las cebritas son amadas, son capacitadas porque viven el encuentro con la gente”.
Veliz detalló: “Se ha cumplido un papel social muy importante con los jóvenes, muchos de ellos son jóvenes en situación de riesgo social”. Informó, además que, a partir de 2017 se logró incorporar a 37 adolescentes y jóvenes que eran parte de las cebras en fuentes laborales.
Pachuri acotó sobre su experiencia en Educadores Urbanos – Cebras: “Empecé a amarme a mí mismo, a quererme a mí mismo, es el primer paso para querer a tu ciudad”. Agregó que en los constantes talleres de capacitación se identificó a sí mismo, quién era, aprendió sobre corporalidad en talleres de teatro, movimientos escénicos, mimos. También se informó sobre la ciudad de La Paz, los nombres de sus calles y avenidas para poder brindar ayuda geográfica a quien lo requiera y finalmente, aprendió sobre cultura ciudadana. “La cebra era un espacio de inspiración, desde que te pones el traje de cebra, nunca más dejas de serlo. Siempre vamos a ser cebras de corazón”.
El 11 de mayo la Secretaría de Culturas y Turismo del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz realizó el lanzamiento del programa “Encébrate” junto a las y los adolescentes y jóvenes que asistieron a la convocatoria para formar parte del proyecto esta gestión.
En el evento en el que participó Iván Arias, actual alcalde de la ciudad y Rodney Melvin Miranda, secretario municipal de Culturas y Turismo, se comunicó que de manera paulatina se irán agregando más integrantes al proyecto. La alcaldía convocó recientemente a jóvenes para que se unan a las cebras y ofrecieron un cupo de 50 espacios. Salgueiro indicó que el presupuesto para Cultura Ciudadana fue de Bs 1 millón 500 mil cuando él se encontraba en gestión (2021) este les permitía mantener en el proyecto a 137 educadores urbanos (cebras) y 10 coordinadores. Sin embargo, este presupuesto se redujo en un 70 % obteniendo únicamente Bs 500 mil que alcanza para tener 47 educadores urbanos y tres coordinadores.
En el evento se apreció a las cebras, ya no únicamente en los clásicos colores blanco y negro, sino también en verde. Miranda indicó que incluso habría rosadas. Cada una reflejando los nuevos objetivos de la gestión, concientización sobre el medio ambiente y sobre la violencia contra la mujer.
Foto. AMUN
En anteriores años el proyecto tenía convenio con la Fundación Arco Iris, actualmente la tiene con Fundación Alalay. Muchos de los miembros de la Cebra forman parte de la fundación y el estipendio que se dará por su voluntariado también parte de este convenio. Otro acuerdo que se tiene es con Save the Children con el cual se podrá gestionar fuentes laborales para los jóvenes que formen parte del proyecto de Educadores Urbanos – Cebras.
“Ya no solamente es ser cebra, terminó tu trabajo y hasta el próximo año. Ahora se prepara se capacita y el próximo año tienes una oportunidad laboral asegurada. Todo va a depender del desempeño que tenga cada uno de ellos”, se refirió Miranda.
Cuando se le preguntó a Salgueiro en qué se diferenciaban las cebras que facilitaban el tránsito con un policía o con un guardia municipal este refirió: “La diferencia es que las cebras lo hacen con amor. Lo que él programa hacía era educar a la gente con amor, con empatía, cariño porque es la forma en que la gente aprende. La gente no aprende con gritos, aprende con el ejemplo y aprende con amor”.
Las cebras son patrimonio del municipio de la ciudad de La Paz, es deber de cada uno de los habitantes de la urbe incentivar su vigencia, respetarlas y sobre todo valorarlas. Son producto de un esfuerzo colectivo para que la comunidad paceña se halle más rodeada y acompañada de valores. No debemos olvidar de que detrás de cada traje hay una persona que merece ser tratada como tal y recibiremos más que eso, recibiremos amor.