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Reflexiones expresivas (pueden ser intentos), de un plan de lectura a lo boliviano

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Después de una noche abierta sobre pensamientos poco relevantes, mediado con intervalos trasnochados por la pesada comida que consumí, reflexione sobre las causalidades de mis recientes compras literarias, las mismas que responden a mi inclinación algo consumista, como a la añoranza (sueños frustrados de juventud), además de las buenas ofertas de las diferentes editoriales y autores independientes expuestas en nuestra querida Feria Internacional del Libro. Este acontecimiento cultural, social, y hasta económico es el vivo reflejo de una inquietante similitud de aquellos que tenemos el agrado de disfrutar los libros en su formato original impreso, con ese olor clásico que yo estoy convencido que tienen, o abro la posibilidad engañosa de mi sugestionada imaginación.

Durante este mes de agosto, se abrieron las puertas del encuentro organizado por la Cámara Departamental del Libro de La Paz en su versión 26, misma que arrojo datos más que interesantes, con la visita de más de cien mil personas en doce días. Con una agenda nutrida por eventos literarios, presentaciones de libros, coloquios, actos musicales, poesía y otros, estos directamente interrelacionados con la forma acertada de llamar la atención de los visitantes, pero al mismo tiempo permite llegar a mayores tipos sectores, rubros o formas del pensamiento/ideología.

Dentro de mi predisposición a disfrutar este evento, sujete mi mochila parecida a una bolsa de mercado, disfrutando con calma de los diferentes stands, algunos correspondientes a editoriales, instituciones públicas, privadas, de convenido o simplemente ese bonito sector de autores independientes, quienes tuvieron paciencia “no humana” para explicarme sus trabajos dedicados con amor. Otro aspecto que me llamo la atención, fue el alto grado de popularidad del espacio de Mujeres Creando con su líder María Galindo, la creación de espacios para la creación boliviana de animes de una gran calidad contentando esa necesidad de nosotros los “geeks”, ofertas “increíbles” de la bodega del libro, como la exposición de clásicos de la literatura universal a la cabeza de Cervantes, Ibsen, Hesse, entre otros, en diferentes editoriales, el mismo aspecto se reflejo en Filosofía, Ciencia Política, Sociología y demás disciplinas, ciencias o formas culturales.

Más allá de introducirme en aspectos meramente logísticos, tengo que resaltar mi admiración hacia los expositores quienes tratan de captar la atención de colegiales mayormente en las mañanas, con actividades llamativas, juegos lúdicos, también suvenires. La incorporación de temáticas como género, de tipo generacional o de tópico tiene que estructurarse en futuras entregas, en hacer más visible de manera sistemática la cercanía entre autores-lectores, en especial el apoyo a los autores nacionales.

El libro tiene su magia, es la libertad imaginativa de la comprensión de los sentimientos más recónditos del individuo o de una colectividad, es aquel reflejo de sueños, decepciones, esperanzas y amores probados, probables o inalcanzables. Este tipo de actividades son fundamentales como expresiones culturales, rescatando las buenas experiencias y rectificando las malas, siendo mi persona un “entusiasta inocente” ante los datos acerca de Bolivia, en el país no se lee ni tres libros al año, pero es necesario evaluar a la lectura como un habito saludable, el libro como un compañero de vida y el pensamiento crítico como valor fundamental de nuestra sociedad.

Por: Heinrich Leandro Santalla Bustillos

Estudio Ciencia Política y Abogacia

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