Este jueves 15 de septiembre, Vladimir Putin, Presidente de Rusia y Xi Jinping, Presidente de China, se reunirán en la ciudad Uzbeka de Samarcanda en medio de una cumbre con otros líderes de la región vista como un contrapeso a la influencia global de Occidente.
Organizado entre jueves y viernes en esta antigua parada de la Ruta de la Seda, el encuentro de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) contará también con los líderes de India, Pakistán, Turquía, Irán y otros países.
Al parecer la cumbre principal tendrá lugar el viernes, pero el evento que genera más interés es la reunión entre los líderes de Rusia y China, que ya llegaron a Samarcanda.
Para Putin, la cumbre es una oportunidad de demostrar que Rusia no puede quedar aislada internacionalmente a pesar de la invasión de Ucrania, donde sus tropas encajaron importantes reveses militares.
Xi, en su primer viaje al extranjero desde la pandemia, podrá exhibir sus credenciales como dirigente global antes del importante congreso del Partido Comunista en octubre en el que busca un tercer mandato.
Para ambos líderes, la cumbre es una ocasión para retar a Occidente, especialmente a Estados Unidos, que ha liderado la imposición de sanciones a Rusia por Ucrania y ha enfadado a Pekín con sus recientes muestras de apoyo a Taiwán.