Este 3 de noviembre, Volker Turk, Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, ha llamado a la comunidad internacional a actuar cuanto antes para solventar la actual crisis en Haití, un país que “está al borde del abismo” por una sucesión de emergencias que van desde lo político a lo humanitario, además de la creciente inseguridad.
“La gente muere tiroteada por armas de fuego, porque no tienen acceso a agua potable, comida, atención sanitaria, porque las mujeres son violadas en grupo con impunidad“, advirtió Turk.
Sin embargo, con la aparición de un brote de cólera, ya se han registrado más de 2.600 casos y el recrudecimiento de la violencia, especialmente en la región metropolitana de Puerto Príncipe.
Han sido solo dos de los últimos frentes que debe combatir ahora el país más pobre del hemisferio occidental. Sólo en una semana de octubre, murieron asesinadas más de 70 personas fruto de la acción de bandas armadas.
Para Turk, hay también “una necesidad desesperada de atajar las causas subyacentes de la desigualdad y la violencia, entre ellas la corrupción sistemática y la impunidad rampante que han lastrado el desarrollo del país durante décadas”.
Según la ONU, la espiral de crisis ha alimentado también el descontento social, con protestas que han evidenciado el malestar por el aumento de los precios o la inseguridad. Al menos 54 personas murieron en el marco de estas movilizaciones, la mayoría víctimas de un uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía.
Turk, ha recordado que las fuerzas de seguridad “deben respetar los principios de precaución, necesidad y proporcionalidad” en todas sus actuaciones y, al mismo tiempo, ha reclamado “investigaciones rápidas, completas y efectivas” para que aquellas personas que hayan podido cometer abusos rindan cuentas.