Este pasado 15 de febrero, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lanzaron un llamamiento para reclamar a la comunidad internacional 5.600 millones de dólares, con los que ayudará a más de 15 millones de personas afectadas directa o indirectamente por la escalada militar desatada en Ucrania.
Asimismo, la ONU estima que el 40 % de la población ucraniana requiere actualmente de ayuda humanitaria, fruto de una devastación que también ha obligado a un gran número de personas a abandonar el país.
Del total de dinero solicitado, 3.900 millones de dólares irían destinados a brindar ayuda de primera necesidad -alimentos, atención sanitaria, dinero en efectivo, por ejemplo- a 11,1 millones de personas, mientras que los restantes 1.700 millones se concentran en la atención de 4,2 millones de refugiados y de comunidades de acogida en una decena de países: Bulgaria, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.
Por otro lado, Filippo Grandi, Jefe de ACNUR, alabó la solidaridad de los países de acogida de los refugiados y el “extraordinario” trabajo de la sociedad civil, una muestra de que Europa puede adoptar una “acción colectiva” para ayudar a las personas que se han visto forzadas a abandonar sus hogares.
Sin embargo, Grandi ha llamado a “no dar por sentada” la hospitalidad de las zonas a las que han llegado de forma masiva los refugiados y a garantizar que también estas comunidades reciben la ayuda que necesitan hasta que los refugiados puedan volver “con seguridad y dignidad” a Ucrania.