La “escola” Salgueiro dedicó su desfile por los 700 metros del Sambódromo a la defensa de la libertad de expresión y la resistencia de los diferentes grupos africanos sometidos a la esclavitud en Brasil.
Eduardo Paes, Alcalde de Río de Janeiro, informó que la fiesta sería de tono político puesto que el país garantizó su derecho a seguir disfrutando del carnaval debido al fracaso del intento de golpe de Estado del 8 de enero contra Luiz Inácio Lula da Silva, Presidente de la República Federativa de Brasil.
Lula Da Silva prometió apoyar a la cultura en su mandato, en contraparte al Gobierno de Jair Bolsonaro, quien recortó fondos para la cultura y menospreció el carnaval.
“La felicidad es doble. Con este carnaval podemos celebrar el fin de ese gobierno y también dejamos atrás los horrores de la pandemia“, que en Brasil dejó unos 700.000 muertos, afirmó Amanda Olivia,miembro de la “escola” más popular de Brasil La Mangueira.