Gobierno aprobó el Decreto Supremo 4959 para crear el Registro Único de Mercurio (RUME), que registrará a todas las personas y empresas que realicen operaciones de importación, exportación o comercialización de mercurio. El objetivo es proteger la salud humana y reducir el impacto ambiental causado por el uso de este metal. El Ministerio de Medio Ambiente y Agua estará a cargo de esta entidad y establecerá los requisitos para el registro. El Decreto también establece la emisión de Autorizaciones Previas para la importación o exportación de mercurio, basadas en el cumplimiento del Convenio de Minamata sobre Mercurio, del cual Bolivia es signatario.
Un estudio científico realizado en 36 comunidades reveló altos niveles de contaminación por mercurio en seis pueblos indígenas del norte de La Paz. Estos pueblos superan hasta siete veces el límite permitido de toxicidad en sus cuerpos, siendo los tsimanes y ese ejjas los más afectados. La concentración de desechos mineros en los ríos donde se encuentran estas comunidades ha contribuido a esta situación. Con la aprobación del Decreto Supremo, Bolivia avanza en el cumplimiento del Convenio de Minamata, aunque se destaca la necesidad de regular también el uso de mercurio por parte de las cooperativas auríferas, a fin de evitar su adquisición ilegal y fomentar el uso de tecnologías más seguras.
Expertos señalan que el control sobre el uso legal de mercurio por parte de los mineros y la adopción de tecnologías adecuadas pueden mejorar significativamente el control y reducir su impacto negativo. El Convenio de Minamata obliga al Estado a suspender gradualmente el uso de mercurio al aire libre, y esta medida es considerada un primer paso importante para regular su uso en Bolivia. La implementación de la normativa requerirá un plazo corto, pero busca asegurar el cumplimiento de los compromisos internacionales del país en materia de mercurio.