Marte, el planeta vecino, ha cautivado a la humanidad durante siglos con su distintivo color rojizo y tenue atmósfera. No obstante, un misterio reciente ha surgido: su rotación se está acelerando.
Este enigma se relaciona con su estructura interna. A diferencia de la Tierra, Marte carece de placas tectónicas en movimiento constante, lo cual influye en su rotación.
Científicos sugieren que el núcleo de hierro y níquel del planeta, al enfriarse y contraerse, genera energía que impacta su manto, originando corrientes de convección que influyen en su velocidad de giro. La disminución del núcleo al enfriarse y la ausencia de vastos cuerpos de agua también impulsan este cambio.