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El Gobierno autorizó exportar hasta 250 mil toneladas de grano de soya, pero ANAPO advierte que la medida llega a destiempo, cuando ya se tiene un avance de cosecha del 90 por ciento.
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) expresó su disconformidad por la decisión del Gobierno de autorizar, recién ahora, la exportación de hasta 250 mil toneladas de grano de soya. Según la entidad, la medida llega con demasiado retraso, cuando la cosecha ya registra un avance del 90%, y los productores ya han comercializado casi toda su producción en el mercado interno.
“El impacto de esta decisión será mínimo para los productores, especialmente para los pequeños. La medida llega tarde, cuando ya no hay margen para negociar con base en la oportunidad de exportación. Lamentablemente, los únicos beneficiados serán los acopiadores e intermediarios”, afirmó Jaime Hernández, Gerente General de ANAPO.
El sector productivo recordó que desde enero se conocía que la superficie sembrada alcanzaba 1,2 millones de hectáreas, con una proyección de al menos 3 millones de toneladas de grano. De ese total, el mercado interno solo demanda unas 800 mil toneladas, lo que dejaba un potencial excedente exportable cercano a los 2 millones de toneladas.
ANAPO también observó que la autorización del Gobierno no es plena, ya que está condicionada al cumplimiento de ciertos requisitos administrativos, que si bien se presentan como mínimos, en la práctica se traducen en trabas burocráticas que dificultan el proceso exportador.
La institución remarcó que la libre exportación sin cupos ni restricciones es una condición indispensable para brindar previsibilidad a los productores, estimular la producción de alimentos y garantizar la sostenibilidad del sector agropecuario.