Armadas de escobas y bolsas de yute, trabajan mientras aún persisten el alcohol, la basura y el olor de la celebración patronal.
En Coroico, las trabajadoras de aseo urbano inician su labor desde las 03:00 para limpiar las calles tras eventos masivos, como la reciente fiesta patronal. La falta de contenedores y de educación ambiental provoca acumulación de basura en vía pública, donde se mezclan residuos orgánicos, higiénicos y peligrosos. El municipio genera unas 3 toneladas de desechos al día, expuestos a animales y al desorden vecinal.
Las recolectoras enfrentan riesgos constantes al manipular residuos sin clasificar, como vidrios, sangre y jeringas, lo que incrementa accidentes y enfermedades laborales. Según la OIT, la recolección de basura es uno de los trabajos más peligrosos del mundo, y las mujeres de Coroico denuncian dolor físico, sobrecarga laboral y miedo a lesiones graves.

Para visibilizar estas problemáticas, la Asociación Aguayo y ONU Mujeres impulsaron un proceso de cartografías corporales, en el que las trabajadoras identificaron afectaciones en su cuerpo y propusieron soluciones. Este ejercicio dará paso a obras artísticas y recomendaciones de política pública orientadas a mejorar la seguridad, las condiciones laborales y el reconocimiento de su trabajo.

