La denuncia involucra al dirigente panificador Rubén Ríos y al exgerente de Emapa.
Este martes 2 de diciembre, Óscar Mario Justiniano, Ministro de Desarrollo Productivo, Rural y Agua, afirmó que el proceso contra Rubén Ríos, dirigente de Conapabol, y Franklin Flores, exgerente de Emapa, no responde a una persecución política, sino a la investigación de un presunto daño económico al Estado estimado en más de 5 millones de bolivianos por la subvención de harina.
Ríos permanece aprehendido junto a su hijo, mientras Flores fue declarado rebelde tras incumplir su detención preventiva.
Justiniano señaló que existen serios indicios de malos manejos y corrupción en la administración de la harina subvencionada y que el caso involucra a más personas, incluyendo familiares del dirigente. La Policía continúa la búsqueda de otro hijo de Ríos y de su expareja.
El ministro reafirmó que todos los implicados deberán responder ante la justicia y que el Gobierno espera recuperar los recursos afectados, destacando que los procesos serán investigados sin excepción para esclarecer la red de corrupción vinculada a la subvención.