Hospitales saturados y escuelas cerradas ante aumento récord de contagios; autoridades refuerzan vacunación y protocolos preventivos.
Reino Unido atraviesa una temporada invernal con un aumento excepcional de casos de gripe, atribuida a la variante subclado K del virus H3N2. La alta transmisibilidad de esta cepa, combinada con bajos niveles de inmunidad tras años de circulación reducida, ha generado saturación hospitalaria, con un promedio diario de 1.717 ingresos en Inglaterra y 69 pacientes en cuidados intensivos.
Además, se reportan cierres temporales de escuelas y recomendaciones de prevención para reducir la propagación.
La incidencia es especialmente alta en niños y adolescentes: el 36% de los menores de 5 a 14 años y el 11,8% de los de 0 a 4 años dieron positivo en pruebas PCR. La variante provoca síntomas más severos y prolongados, como fiebre, tos, vómitos y diarrea, y ha afectado la actividad educativa, con escuelas cerradas parcial o totalmente en Cheshire, Leeds y Gales del Sur.
Las autoridades refuerzan la vacunación antigripal, con casi 17 millones de dosis aplicadas, y recomiendan el uso voluntario de mascarillas en espacios públicos ante síntomas respiratorios. Además, insisten en extremar medidas de higiene y ventilación en interiores para contener la propagación del virus y reducir su impacto en la salud pública.

