El exmandatario advierte que la medida afecta con mayor fuerza a las familias trabajadoras.
El expresidente Evo Morales criticó este miércoles las medidas anunciadas por el gobierno de Rodrigo Paz, centradas en la eliminación de la subvención a los combustibles, que ha encarecido el diésel y la gasolina en el país. Morales calificó la decisión como “improvisada” y aseguró que golpea con mayor fuerza a las familias trabajadoras, debido a que no se presentó ningún estudio técnico ni consenso social previo.
El Gobierno, en paralelo, determinó un incremento del salario mínimo nacional del 20%, que sube a Bs 3.300 desde el 2 de enero de 2026, así como aumentos en la Renta Dignidad y el Bono Juancito Pinto. Sin embargo, Morales señaló que mientras los ingresos crecieron en torno al 20%, el precio de la gasolina y el diésel se incrementó en 86% y 160%, respectivamente, generando un desequilibrio económico que afectará el costo de vida de la población.
El expresidente pidió decisiones responsables que protejan el bolsillo de las mayorías y garanticen estabilidad económica, advirtiendo que la medida, sin estudios ni mecanismos de protección frente a la volatilidad internacional, constituye un “castigo social” y no una solución estructural, y consideró que representa “el peor regalo de Navidad” para los bolivianos.

