En un revelador sucesor, Patricia Hermosa, Directora del Servicio General de Identificación Personal (SEGIP), anunció la destitución de cuatro funcionarios de la entidad por otorgar, en abril de 2019, documentos de identidad falsos al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
Hermosa aseguró que se han presentado todas las pruebas pertinentes al Ministerio Público y que están comprometidos en erradicar la corrupción. Los funcionarios, con ítem en la institución, han sido desvinculados.
Según las investigaciones, Marset obtuvo una cédula de ciudadano extranjero en abril de 2019 bajo el nombre de Sebastián Enrique Marset Cabrera. Ese mismo mes, se le otorgó una cédula de identidad con nacionalidad boliviana como Gabriel De Souza Beumer. Este engaño permitió a Marset llevar una vida de lujos en el país, incluso formando un equipo de fútbol y dirigiendo una red de narcotráfico, todo sin ser detectado por los servicios de inteligencia gubernamental.
A pesar de la emisión de una alerta roja por Interpol en marzo de 2022, Marset ingresó al país y solo fue capturado en julio de este año en un operativo policial, aunque logró escapar con su esposa y tres hijos.