Los agricultores calculan que sus pérdidas de producción son alarmantes y que implicarán un detrimento económico que oscila los 300 millones de dólares.
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) lanzó hoy una preocupante advertencia acerca de la crisis más severa que enfrenta el sector de la soya boliviana en los últimos 30 años. Recientes estimaciones apuntan a una alarmante reducción productiva de al menos 800 mil toneladas, en comparación con la campaña de verano 2022-2023, con una afectación económica que oscila los 300 millones de dólares.
Pailón, Cuatro Cañadas, San Julián y San José de Chiquitos, donde se concentra el 55% de la superficie cultivada, sufren hoy una situación que amenaza la viabilidad de la industria agrícola y de todos los actores que componen la cadena productiva de la soya (proveedores de insumos, exportadores, transportistas y otros).
Alrededor de 6.000 familias afectadas están perdiendo sus medios de vida, y además se ven imposibilitadas de cumplir sus obligaciones financieras con la banca, con los proveedores de insumos y con la agroindustria que los financian.
Ante esta situación sin precedentes, ANAPO hace un llamado urgente a las autoridades gubernamentales para colaborar en la búsqueda de soluciones inmediatas y a mediano plazo.