Gobierno Nacional declaró este lunes (30/sep) «DESASTRE NACIONAL» ante la magnitud de los incendios forestales que han devastado millones de hectáreas en las regiones de la Amazonía y la Chiquitanía.
Luis Arce, Presidente de Bolivia anunció la medida tras recibir reportes de distintas instancias y reunirse con autoridades locales en Santa Cruz, la región más afectada por la crisis.
Con esta declaración, Bolivia busca reforzar su acceso a la cooperación internacional para combatir el fuego y atender las consecuencias del desastre ambiental, considerado el peor desde 2019. El Decreto habilita a los ministerios de Exteriores y Planificación a gestionar el apoyo internacional y establece un plan de recuperación postdesastre, junto con la asignación de recursos adicionales.
En Santa Cruz, la región más afectada, se han registrado más de 7 millones de hectáreas quemadas en lo que va del año, superando las cifras del 2019. La Chiquitanía, una de las áreas más impactadas, es una zona de importancia cultural y ecológica.
El Gobierno espera que esta declaración impulse el apoyo necesario para combatir los incendios, que se han intensificado por la sequía y prácticas agrícolas como los «chaqueos». Varios países ya han enviado ayuda, y se insta a reforzar las acciones para prevenir más devastación.