Después de analizar decenas de generaciones de peces que fueron afectadas por productos farmacéuticos, científicos de la Universidad de Monash, Australia, llegaron a la conclusión de que dichas sustancias desechadas al mar son nocivas para este sector de la fauna marina.
El motivo de este fenómeno se debe a que la finalidad de las medicinas es generar efectos biológicos en seres humanos y animales, pero cuando se diluyen en el mar minimizan las diferencias entre especies, provocando que se les dificulte adaptarse a la naturaleza inconstante del agua y disminuyendo sus posibilidades de supervivencia.
Los nuevos avances de este descubrimiento fueron publicados en la revista Proceedings of the Royal Society B y apuntan precisamente a la fluoxectina, un antidepresivo que sirve para tratar diversos malestares mentales, como un ejemplo de los productos responsables que causan esta situación.