Investigadores del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva descubrieron que los ratones que convivieron más tiempo con los seres humanos desarrollaron habilidades cognitivas que le permiten sobrevivir en ambientes urbanos. Esta capacidad no es adquirida durante su tiempo de vida, sino que fue transmitido de generación en generación.
El experimento consistió en observar tres especies de estos roedores provenientes de distintas áreas del mundo, y someterlas a pruebas que permitan su desenvolvimiento ante determinados problemas. Por ejemplo: Cuando consumen alimentos que provocan ruido y alertan a las personas.
Seguidamente, se las comparó a otras subespecies que no han tenido un gran nivel de interacción con los humanos. Los resultados mostraron que los mamíferos del primer ensayo son más eficaces en la extracción de productos alimenticios.
La conclusión de este estudio indica que los animales evolucionan cognitivamente por la necesidad de supervivencia en espacios urbanos. Los avances de esta indagación fueron publicadas en la revista Proceedings of the Royal Society B.