Japón se enfrenta a su cuarta ola de Covid-19 con un estado de emergencia y un panorama incierto por los Juegos Olímpicos.
El país asiático se encuentra en su tercer estado de emergencia desde el inicio de la pandemia en Tokio.
Con 3.200 nuevos casos de coronavirus y nuevas variantes registradas, Japón está inmerso en lo que podría ser su peor ola hasta la fecha.
El estado de emergencia tendrá una duración de dos semanas, desde el 25 de abril hasta el 11 de mayo, según el Gobierno, una medida “corta y poderosa”.
Almacenes, restaurantes, bares, karaokes y todo espacio que pueda comprometer una aglomeración de personas, cerrarán en este lapso de dos semanas.
Restaurantes que no sirvan bebidas alcohólicas podrán atender y cerrar sus espacios temprano, las escuelas permanecerán abiertas.
La población japonesa está inmersa en la incertidumbre ante el estado de emergencia, el alza de casos de Covid-19 y los tres meses para la celebración de los Juegos Olímpicos.
“Los Juegos Olímpicos no serán muy divertidos si el coronavirus y nuevas variantes siguen expandiéndose. Empresarios y políticos aseguran que será emocionante y entretenido. Puede ser verdad, pero da miedo si no estamos protegidos debidamente”, expresa Mieko Nakabayashi, profesora de Ciencias Sociales de la Universidad de Waseda.
Mediante una encuentra realizada en el país, el 80% de la población japonesa está de acuerdo en postergar de nuevo o cancelar la celebración de los Juegos Olímpicos.
Toshihiro Nikai, Secretario General del partido gobernante, expresó en una entrevista que “cancelar” los Juegos Olímpicos continuaba siendo una opción si los contagios por coronavirus seguían aumentando.
“Espero que la situación del coronavirus mejore con las medidas que el gobierno, Tokio y otros gobiernos regionales han implementado”, manifestó Seiko Hashimoto, Presidente del Comité Organizador.
Hashimoto expresó su deseo por la pronta normalidad y poder continuar con la organización y realización de los Juegos Olímpicos.
Según la Universidad de Hopkins, Japón acumula alrededor de 570.000 casos y 10.000 muertes.