Este pasado fin de semana, Chile celebró las “Megaelecciones”, en las que formaba parte la escogencia de constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales.
Los resultados se dieron a conocer el apoyo de la gente hacia los nuevos candidatos que en su mayoría son afines a la izquierda y el poco apoyo de los mismos hacia los partidos oficialistas afines al Gobierno actual.
Las nuevas autoridades tienen la tarea de dar paso a una nueva Constitución, que se basará en nuevas reglas que permitirán mayor igualdad social; la población chilena espera que a partir de este fin de semana se empiece a borrar el legado que dejó el Gobierno de Augusto Pinochet, que para muchos ha sido dictadura.
El camino que tuvo que recorrer el vecino país, hasta llegar a este punto fueron procesos difíciles a tal grado de registrar la pérdida de vidas humanas, tras el estallido social en el año 2019.
Con la participación de 7 millones de personas, Chile busca cerrar un capítulo para iniciar otro, cuya historia narre un nuevo futuro.