El avance de las llamas obligó este martes la evacuación de un pueblo entero que cuenta con más de mil habitantes, según una orden emitida por la oficina del Sheriff del condado de Plumas.
El incendio, bautizado como “Dixie”, ya lleva arrasadas más de 100.000 hectáreas y ha forzado el desalojó de todos los vecinos de Greenville, en la ladera de la Sierra Nevada, en el noreste de California.
Por otra parte, en el vecino estado de Oregón, las llamas siguen activas en el que actualmente es el mayor de todos los incendios de EE.UU., conocido como “Bootleg”, que fue declarado tras la caída de un rayo el pasado 6 de julio en la zona boscosa de Winema-Fremont.