Rusia aprobó en agosto de 2020 su primera vacuna contra el coronavirus Covid-19, creada por el Instituto Gamaleya con sede en Moscú, incluso antes de que comenzaran los ensayos de fase III.
Sputnik-V (en ruso, Спутник V), conocida a veces como Gam-COVID-Vac (en ruso, Гам-КОВИД-Вак, confundida por ser Sputnik 5, sin embargo es Sputnik-V; fueron publicados el 4 de septiembre en The Lancet, indicó una eficacia del 91,6 % sin efectos adversos inusuales. Esta aprobación rápida fue criticada por medios de comunicación y miembros de la comunidad científica de Reino Unido y Alemania.
Según el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), Rusia ha recibido ofertas preliminares para la compra de más de mil millones de dosis de la vacuna de esos países. La distribución masiva de emergencia de la vacuna comenzó en diciembre de 2020 en varios países. En febrero de 2021, 20 países han pedido millones de dosis de Sputnik V para su distribución inmediata.
Aunque este hecho generó polémica en Europa, lo cierto es que a principios de marzo, el Comité de Medicamentos Humanos de la EMA (CHMP). Pero, ¿qué se sabe de la vacuna rusa, cuyo nombre invoca intencionalmente la carrera espacial de la década de 1950? Los investigadores de Gamaleya utilizaron virus del resfriado común, optaron por dos vectores de adenovirus diferentes (rAd26 y rAd5) administrados por separado en una primera y segunda dosis, con 21 días de diferencia.
El uso del mismo adenovirus para las dos dosis podría hacer que el cuerpo desarrolle una respuesta inmunitaria contra el vector y lo destruya cuando se administra la segunda dosis. Dos vectores diferentes reducen la posibilidad de que esto suceda. Según se publica en BMJ, para fabricar la vacuna, los adenovirus se combinan con la proteína de pico SARS-CoV-2, que impulsa al cuerpo a producir una respuesta inmunitaria.