Están fabricados con materiales blandos para que causen en el paciente la menor molestia posible. Ya que los catéteres son de suma importancia para la cirugía mínimamente invasiva.
Estos permiten intervenciones como la extracción de coágulos de sangre, la inserción de implantes o la administración selectiva de fármacos en puntos específicos del interior del cuerpo.
Un equipo que incluye, entre otros, a Oliver G. Schmidt y Boris Rivkin, ambos de la Universidad Tecnológica de Chemnitz en Alemania, ha presentado ahora el catéter flexible y microelectrónico más pequeño del mundo.
En general, cuanto menos invasiva sea la intervención con catéter, menor será el riesgo de complicaciones médicas, menor el tiempo de recuperación y menor las molestias para el paciente.