Banco suizo Credit Suisse salió a defenderse de las acusaciones de que por décadas guardó fortunas de personas ligadas a la corrupción, afirmando que los hechos expuestos son “inexactos y sacados de contexto”, el banco, aseguró que el 90 % de las cuentas que revisó frente a estas denuncias estaban ya cerradas o en proceso de serlo cuando fue informado de esas indagaciones. Las acusaciones surgieron en el periódico The New York Times.
Se pudo analizar los datos de 18.000 cuentas del segundo mayor banco de Suiza. Esas informaciones habían sido transmitidas hace un año al diario alemán Süddeutsche Zeitung.
En una declaración emitida desde su sede mundial en Zúrich (Suiza), Credit Suisse afirma que los hechos presentados son predominantemente “históricos”, que algunos datan de la década de 1940 y que de manera general lo que se afirma “es parcial, inexacto o con información seleccionada puesta fuera de contexto, lo que resulta en interpretaciones tendenciosas de la conducta del banco”.
Esta entidad financiera, supuestamente desoyó alertas de sus propios empleados sobre actividades sospechosas de sus clientes, entre ellos acusados de corrupción en torno a la petrolera estatal de Venezuela, figuras gubernamentales en Oriente Medio o altos funcionarios de inteligencia de países colaboradores con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.
A esto, el banco señaló que un 60 % de todas esas cuentas habían sido cerradas antes de 2015. “Sobre el resto de cuentas activas, nos sentimos cómodos puesto que se ha actuado con la diligencia debida y se efectuaron controles conforme a nuestro marco actual. Seguimos analizando los hechos y tomaremos pasos adicionales si es necesario”, aseguró. Aunque también señaló que toma las denuncias de forma seria y que continuará con sus investigaciones internas.