Invisibility Shield, una empresa británica, logró crear espejos de invisibilidad con fines de recreación por lo cual estos son móviles y económicos. Los espejos funcionan con una red de lentes ópticas que manipulan la refracción natural de la luz para hacer desaparecer a una persona o a un objeto.
Tiene la forma de una plancha de cartón que se camufla en el ambiente y que impide ver lo que está detrás de ella. Sus creadores afirman haber diseñado 25 modelos de trabajo y ahora se proponen comercializarlo al público.
El escudo simula que es transparente porque un conjunto de lentes diseñado con precisión trabaja para desviar la luz del sujeto lejos del observador. Sobre las posibles aplicaciones de este invento, sus creadores consideran que se trata de algo lúdico, que puede servir para “sorprender a sus amigos y evitar a sus enemigos”.
Por esa razón han planteado un formato cómodo, práctico y relativamente asequible para cualquier persona. El formato grande (95x 65 centímetros) cuesta 360 euros, y el pequeño (31x 21 centímetros) 60 euros. El primero está destinado a ocultar a 2 o 3 personas al mismo tiempo y el segundo a objetos pequeños.