Diego García-Sayán, relator especial de Naciones Unidas para la independencia judicial, presentó el pasado martes en Ginebra. Una radiografía de la justicia boliviana en la que identificó prácticas que favorecen la corrupción y la ineficiencia, además de su sus vínculos de dependencia con el sistema político del país.
“La retardación de justicia se debe a códigos procesales demasiado formalistas, modelos anacrónicos de gestión de tribunales, deficiente formación de jueces y fiscales, así como corrupción”, indicó García-Sayán.
Así y apoyado en informes oficiales y el resultado de entrevistas que realizó en Bolivia, el relator de Naciones Unidas observó el proceso de selección de las altas autoridades de justicia que está a cargo de una entidad política como la Asamblea Legislativa.