Miles de los escaladores de diferentes partes del planeta al escalar en el trayecto a la cima van dejando muchas cosas como ropa de alto rendimiento, botellones de oxígeno, termos de aluminio, mochilas, lentes, carpas, cuerdas, además de otros materiales que están fabricados de plástico.
“Los microplásticos y la basura llegan a la cima de la montaña más alta del mundo en el Himalaya por la propia acción del hombre”. Dijo Bernardo Guarachi, escalador boliviano, que coronó la cima del Everest el 25 de mayo de 1998 y que el 9 de enero de este año ascendió el monte Vinson en la Antártida.
Según el estudio dirigido por la Unidad Internacional de Investigación de Basura Marina de la Universidad de Plymouth en organización con centros del Reino Unido, Estados Unidos y Nepal, con el apoyo de la National Geographic y de Rolex, de las 19 muestras (de microplásticos) recogidas en la región del monte Everest, once estaban en la nieves y ocho en agua de arroyos.
También encontraron muestras junto a las rutas de senderismo cerca del glaciar Khumbu, donde se encuentra el campamento base al sur del Everest, en Nepal, así como en lo alto de la zona, cerca de la cima del monte.
El viaje de los escaladores es muy riesgoso por las bajas temperaturas que enfrentan al momento de ascender a la cima, algunos escaladores suben heridos, cargando todo su material de apoyo dificultando su travesía.
“Son muchos los cuerpos de los escaladores que no logran ser rescatados y que se quedan en lo alto de la montaña vestidos y con su equipo de ascenso”, explicó el escalador.
Desde hace años ya existen organizaciones internacionales en el Everest que intentan recoger la basura que dejan las expediciones, pero mucha de ella se encuentra enterrada por la nieve lo que dificulta su trabajo, afirmó el escalador.