El 03 de agosto de 2020, Yerko Núñez, el entonces ministro de la Presidencia, anunciaba la Clausura del año escolar, que tenía como justificación el alto índice de contagios por COVID-19, pero que no ocultaba el tinte proselitista. Decisión discutida y resistida por varios sectores de la sociedad e incluso de instituciones externas, como UNICEF, que veían con preocupación la incapacidad de agotar recursos para la continuidad de la formación de los niños, niñas y adolescentes. Con esta medida los estudiantes fueron promovidos al curso superior correspondiente, sin completar los contenidos o la formación necesaria.
Después de todos los reproches y los reclamos, me llamó la atención una consigna entre la mayor parte de los usuarios: “Uno es tonto porque quiere”, haciendo alusión de que los jóvenes, niños o niñas, no dependen del sistema educativo para su formación y apelando a una formación autodidacta, lo que me llevó a pensar si es que realmente esto es cierto.
De pronto por aquí y por allá eran publicados videos, imágenes, infografías y documentos (muchos de ellos que además de ser interesantes, tenían un contenido serio), muchas unidades educativas se dieron a la labor de crear cursos “voluntarios”, los cuales tuvieron una participación disminuida ya que no existía la “coerción” de la nota al estar todos aprobados.
Lo que lleva a las siguientes preguntas ¿Realmente estos materiales publicados fueron aprovechados? Los estudiantes que están prontos a empezar el año escolar ¿Tienen los conocimientos necesarios para el nivel superior?
Ahora bien ¿Uno es tonto porque quiere? En tiempos de Internet, donde prácticamente esta todo el conocimiento, podemos caer en la tentación de pensar de que, no se necesitan profesores o instructores para salir de esa ignorancia, así se me viene a la mente un artículo de Umberto Eco, titulado ¿De qué sirve el profesor?, donde reflexiona sobre la importancia de los profesores para saber discernir, decidir y seleccionar cuales son los conocimientos que uno necesita.
Sabemos que no contamos con el mejor de los Sistemas Educativos, es fácil decir que uno es tonto porque quiere, cuando se cuenta con conexión a internet, ignorando a una gran población estudiantil, no solo rural sino también periurbana, que depende de un profesor para su instrucción. Aún incluso muchos de los estudiantes que cuentan con internet, no están preparados para encarar este año escolar.
Por lo cual podemos afirmar que muchos de nuestros estudiantes ignoran que no están preparados, lo cual parecería dar lo mismo en un sistema educativo que desvía este debate, hacia otros temas menos relevantes.
Si bien, aún en pandemia, no se puede retornar a clases presenciales, urge con prontitud que los estudiantes sean nivelados, pues de seguir con esa actitud de indiferencia hacia lo que se ignora, se notará en un futuro, en la falta de desarrollo de la sociedad y en la falta de oportunidades, pues cada día que pasa la educación se va volviendo cada vez más exclusiva.
Por: Amilcar Zenteno, Politólogo (Cochabamba)