No es un misterio que actualmente, con el uso de redes sociales y la actual situación pandémica, la mayoría ha comenzado o hecho más recurrente es el uso de la nube.
Esto implica que los datos de los usuarios quedan registrados y pueden ser utilizados para distintos servicios. A pesar de que la protección de datos y la privacidad son un tema de debate en estos últimos días, se están desarrollando aplicaciones y bases de datos accesibles a todos los centros de salud.
Estas permiten un monitoreo de pacientes, interacción a distancia con el personal de salud, facilitan la planificación de la fuerza laboral, los recursos y la atención. Se han aplicado sistemas que usan la nube en países como Estados Unidos.
El Estado de Oklahoma utiliza los datos proporcionados por la nube, para el monitoreo del personal médico, dirigido hacia personas que hayan mostrado síntomas de COVID-19 en las últimas 48 horas.
En Latinoamérica, como en Ecuador y Uruguay también están utilizando estas soluciones, proporcionando datos en tiempo real y permitiendo sean más rápidas.