A raíz de las crecientes protestas en diferentes ciudades de Colombia, Ginebra Marta Hurtado, Portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; pidió el cese de enfrentamientos.
Sin embargo, Estados Unidos, Naciones Unidas y la Unión Europea. Se pronunciaron con respecto a los problemas sociales del país Sudamericano, y denunciaron un supuesto uso excesivo de la fuerza policial.
Hurtado instó a que haya "calma", luego de que se registraran incluso agresiones sexuales y asesinatos en contra de los manifestantes por parte de los agentes del orden.