La pandemia de COVID-19 ha hundido a más de 100 millones de asalariados aún más en la pobreza a raíz de la pérdida de horas de trabajo y del acceso a empleos de buena calidad, dijo este miércoles la OIT.
A fines de 2021, el mundo aún contará con 75 millones de empleos menos que si la pandemia no hubiera tenido lugar.
E inclusive para fines de 2022, este atraso no se cubrirá, con 23 millones de puestos de trabajo suprimidos por la crisis sanitaria que ya ha provocado la muerte de más de 3,5 millones de personas.
Aunque la reactivación económica se logre en algunas partes del mundo, para fin de año seguirán faltando el equivalente a 100 millones de puestos de trabajo a tiempo completo.
Respecto a 2019, 108 millones de trabajadores han caído a las categorías de pobres o muy pobres, lo que quiere decir que los hogares que dependen de ellos tienen que vivir con menos de 3,2 dólares diarios.
Para los 2.000 millones de personas que trabajan en el sector informal, las consecuencias de la pandemia han sido catastróficas, sobre todo para mujeres que abandonaron el mercado laboral masivamente, inclusive en los países ricos, para ocuparse de los niños privados de escuela.