Investigadores del Instituto Sloan Kettering, en Estados Unidos, descubrieron evidencias de un cambio en el ADN humano luego de diferenciarse de otros primates. Este hecho dejó a nuestra especie a ser más susceptible a desarrollar tumores cancerosos.
Según el artículo publicado en ‘Phys.org’ el grupo de científicos, liderados por Christine Iacobuzio-Donahue, logró descubrir 395 sustituciones específicas para los humanos que surgieron durante la evolución de nuestra especie. Empleando análisis bioinformáticos pudieron determinar que las consecuencias funcionales de estas sustituciones pueden alterar la función de la proteína ligada al gen BRCA2.
Este trabajo sugiere que la alteración del gen BRCA2 puede ser parte importante del tratamiento contra el cáncer. Los científicos trabajan en la posibilidad de lograr un comportamiento similar del ADN al que se observa en primates y con esto reducir el riesgo de desarrollar cáncer para las siguientes generaciones.