Este pasado 28 de junio, Guillermo Lasso, Presidente de Ecuador, se salvó de ser destituido por la Asamblea Nacional del país vecino, al no prosperar una moción para sacarlo del poder que fue promovida por la opositora bancada de Unión por la Esperanza (UNES).
Tras proponer la destitución, la iniciativa se quedó a 12 de votos de lograr su objetivo, pues requería el voto favorable de tercios del Parlamento, equivalente a 92 de los 137 asambleístas, dejando como resultado final solo 80 votos a favor y 48 en contra más 9 abstenciones.
Tras más de 18 horas de debate, se comenzó con el proceso de votación, donde intervinieron 109 asambleístas para expresar su posición.
Por otro lado, los parlamentaristas tuvieron que votar hasta tres veces, pues se registró una solicitud de rectificación por el error en un voto y luego un pedido de reconsideración presentado por el oficialismo.
Horas antes, durante la última sesión del debate en la Asamblea, Lasso denunció en un mensaje en video un intento por parte del correísmo “de asaltar la democracia, de aprovechar del caos para destruir la institucionalidad en el Ecuador”.
Lasso, se refirió así a las denuncias de presuntas presiones a varios asambleístas que votarían en contra de la moción, por las que la Fiscalía General de Ecuador ha abierto una investigación preliminar bajo el supuesto delito de delincuencia organizada.
Entre los investigados se encuentra un supuesto funcionario (asesor) de la Asamblea, y hasta el momento se ha solicitado a varias entidades que envíen información relacionada y se tomen versiones a quienes se identifica en los audios que circulan en redes sociales, informó la Fiscalía en un comunicado.