La polémica reforma a la Carta Magna de Japón que cambiaría el papel de sus fuerzas militares.
Fumio Kishida, Primer Ministro de Japón, anunció su deseo de profundizar sobre el debate para “reforzar drásticamente” la defensa del país en medio de un entorno de seguridad difícil. Después de que su partido obtuviera la victoria en las elecciones legislativa tras el asesinato de Shinzo Abe, la semana pasada.
Tras la Segunda Guerra Mundial la experiencia tuvo tan malos resultados para Japón que muchos de sus ciudadanos concluyeron que la guerra es un desastre. Por lo que el país desarrolló una tendencia pacifista tras la redacción de la actual Constitución Japonesa, donde se aclara la renuncia del país a la beligerancia en su artículo 9. Dicha Constitución fue promulgada durante la ocupación estadounidense.
El primer cambio que se haría a la Carta Magna japonesa desde su promulgación en 1947 y afectaría su emblemático artículo 9, en cuyo texto se establece que:
“el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación y a la amenaza o al uso de la fuerza como medio de solución en disputas internacionales”.
La iniciativa ha despertado reticencias tanto dentro como fuera del país, pese a que con ella supuestamente solo se buscaría consagrar la constitucionalidad de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, nombre con el que se conoce a las fuerzas militares del país.