Bolivia es un país mayoritariamente rural y dedicado a las actividades agrarias y pecuarias, por eso el énfasis en apoyar su desarrollo para asegurar la estrategia de la seguridad alimentaria en momentos de una crisis climática
Luis Arce, Presidente de Bolivia, fue recibido en el histórico poblado de Ucureña, un poblado del municipio de Cliza, en Cochabamba para celebrar junto a David Choquhuanca, Vicepresidente, el Día de la Revolución Agraria Productiva y Comunitaria. La celebración contó con la participación de diferentes sectores sociales celebrando un cambio en la visión de desarrollo que apuesta por los pequeños productores campesinos.
En enero del 1953 se dio lugar a la Comisión de Reforma Agraria y a la conformación de sindicato agrarios, lo cuales exigían al gobierno de Víctor Paz Estenssoro eliminar el latifundio (porque solo un puñado de terrateniente era propietario del 92 por ciento de las tierras) y entregar las tierras a los campesinos para que las produzcan. De esta manera se los liberaría de la condición de siervos y se fortalecería y fomentaría al sector agropecuario.
El Decreto Supremo 3464, aprobó la Reforma Agraria que se firmó en Ucureña (Cochabamba) el 2 de agosto de 1953, como un homenaje a la conformación del primer sindicato agrario precisamente en esa localidad del ahora municipio de Mizque. El principio básico sustentado fue: la tierra es de quien la trabaja. La liquidación total del latifundio en altiplano y valles se hizo definitiva y, aunque con lentitud, se realizaron las entregas de títulos de propiedad a los campesinos.
Arce comprometió que en su gestión de Gobierno acabará con el saneamiento y titulación de tierras, principalmente, para beneficiar al pequeño productor con la seguridad jurídica sobre su propiedad. Instó a la población a “no tolerar el avasallamiento y el tráfico de tierras venga de donde venga”. Los avasallamientos y el tráfico de tierras fueron otros de los temas abordados. Arce expresó su rechazo a este tipo de acciones que en el pasado se denunciaron, principalmente, en el departamento de Santa Cruz.
“Es importante que de manera conjunta todos nosotros asumamos un compromiso de no tolerar avasallamiento ni tráfico de tierras venga de donde venga, porque la tierra no debe ser traficada sino trabajada”, afirmó Arce.
También el Primer mandatario boliviano reveló que hay “millones de tierras paralizadas (en su actividad agraria) por conflictos”. Ante esa situación y en la línea de asegurar el mayor número de hectáreas productivas, aseguró que el Gobierno “tiene la voluntad política para solucionar los conflictos con un diálogo franco, amplio y sincero”.