Durante los últimos seis meses, las variantes de esta técnica, que consiste en que los ciberdelicuentes cifran los datos y piden un rescate para liberarlos, prácticamente se han duplicado. El secuestro de datos es una de las ciberamenazas más temidas, sobre todo en el ámbito profesional, donde la información es más sensible y fundamental para el funcionamiento del organismo o de la empresa.
José Luis Laguna, Director de ingeniería de Fortinet Iberia, compañía de ciberseguridad originaria de Estados Unidos, indicó que los dispositivos están conectados a redes mal protegidas. El móvil, la tablet o el ordenador del trabajo no están conectados a la red del trabajo, que también podría sufrir un ataque como la ciberdelincuencia.
“El ransomware sigue siendo una de las principales amenazas y los ciberdelincuentes continúan invirtiendo importantes recursos en nuevas técnicas de ataque”, explicó Laguna. En medio año la compañía ha registrado 10.666 variantes frente a las 5.400 del semestre anterior.