Este 15 de septiembre, José Luis Tarquino, Jefe de la Unidad de Comunicación de la Fiscalía General del Estado, rechazó enfáticamente la publicación de el periódico El Deber, calificándola de mal intencionada, dañina e irresponsable, respecto a la situación laboral de la hija de la Máxima Autoridad del Ministerio Público.

“Lamentablemente este medio está incurriendo en un tema delicado al inmiscuirse al derecho al trabajo de una mujer profesional y joven como es la hija del Fiscal General, porque no tiene nada que ver una cosa con otra. Rechazamos esta publicación mal intencionada, dañina e irresponsable desde todo punto de vista comunicacional porque claramente está exhibiendo una vulneración a los derechos de la mujer y a su privacidad, además de la vulneración a su derecho constitucional al trabajo como lo señala el Artículo 46 de la Constitución Política del Estado”, manifestó el jefe de la Unidad de Comunicación de la Fiscalía General del Estado.

Tarquino, explicó que la joven profesional realiza una consultoría en la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), de contratación en línea que concluirá en un mes y que postuló mediante convocatoria pública del Sicoes.

Además, que no es un cargo jerárquico, sino cumple la función de llevar adelante procesos de vigilancia en el área ambiental que no tiene nada que ver con el área jurídica donde se desarrolla el proceso investigativo del caso ABC, mismo que continúa su curso.

Tarquino, enfatizó que existe una clara persecución del medio de comunicación en contra de una mujer que trabaja de forma legal como profesional, amedrentamiento a su estabilidad personal y a su dignidad como mujer.

Según el jefe de la Unidad de Comunicación de la Fiscalía, con la publicación de El Deber se está violando el Código Nacional de Ética Periodística de Bolivia, que señala que; los propietarios de medios públicos y privados, los periodistas deben acatar y promover el respeto a la legislación de proteger los derechos de las personas sin discriminación alguna; respetar la dignidad, el honor, la intimidad y la vida privada de todas las personas públicas y privadas.