Este 19 y 20 de octubre, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) cerrará su ciclo anual dedicado a Brahms, con un programa en el que contrasta el estilo de composición que primó en tres países: Alemania, Bolivia y Francia.
“Hemos decidido terminar nuestro ciclo dedicado a las sinfonías de Johannes Brahms mostrando las diferencias que hay en los trabajos de compositores de tres países. Vamos a mostrar las características que marcaron la música en Alemania, como Francia cambia con el, digamos, ‘monopolio’ alemán y cómo en nuestro país se produjeron obras de gran belleza”, manifestó Weimar Arancibia, director artístico de la OSN.
De acuerdo con el director artístico, Arancibia explicó que desde hace unos cuatro años que el elenco oficial dedica un año a la obra de uno de los grandes compositores de la música universal.
Así, antes de la pandemia, ofrecieron las nueve sinfonías de Ludwig van Beethoven, por ejemplo, y esta gestión se dedicó al trabajo de Brahms.
“Este es uno de los grandes cuyas obras, lastimosamente, han sido interpretadas muy pocas veces en el país. Son piezas complejas que ponen a prueba el talento de los intérpretes”, consideró Arancibia.
Sin embargo, la cuarta es la última sinfonía compuesta por Brahms. Se originó en las vacaciones de verano que disfrutó el compositor en Mürzzuschlag, en 1884.