Este pasado 11 de diciembre, el Observatorio del Acuerdo de Escazú Bolivia, registró en los últimos 5 meses 77 casos de vulneraciones a los derechos socioambientales en Santa Cruz vinculados con la distribución y ocupación irregular de tierras, la ampliación de la frontera agrícola, el crecimiento desordenado de la mancha urbana, la mala gestión de áreas protegidas y el abandono de guardaparques y bomberos de parte de las autoridades.
Asimismo, el Acuerdo Regional de Escazú fue ratificado por Bolivia el 2021 y el país asumió el compromiso de garantizar el acceso a la información; la defensa de las y los defensores ambientales; el acceso a un medioambiente sano para las presentes y futuras generaciones; y la participación y la justicia en asuntos ambientales.
Entre las vulneraciones se destaca el incremento de los incendios forestales que destruyó 683.000 hectáreas de bosque en el departamento y que tuvo como consecuencia la disminución de la calidad del aire de regular a mala en la ciudad de Santa Cruz.
A raíz de esta depredación ambiental, el monitoreo destaca la desaparición de la Laguna Concepción. Además, como efecto del cambio climático, se advierte que la disminución de las lluvias será más recurrente, lo que provocará más incendios forestales con desaparición de especies de fauna, flora y comunidades indígenas.
Por otro lado, el observatorio del Acuerdo de Escazú fue creado por la Liga de Defensa del Medio Ambiente, con el apoyo de AVINA y la red UNITAS.
“La omisión de las obligaciones ambientales por parte de los gobiernos, tiene como consecuencia que las y los defensores ambientales se encuentren en posición de desigualdad frente a otros actores empeñados en lograr ganancias rápidas en desmedro de la conservación de la Naturaleza y los derechos socioambientales de la población. Mientras que las y los defensores ambientales realizan sus acciones de defensa exponiendo su salud y su vida, los que vulneran los derechos gozan del poder económico y político que los blinda ante la aplicación de la ley, afectando impunemente a la población que, en los últimos años, está experimentando los efectos de la destrucción y de la crisis climática en su salud, en sus medios de vida y en sus culturas”, resaltó el Observatorio.